El abrazo de la locura
Esta semana hemos asistido al fin de la primera temporada de
Fear the Walking Dead, spinoff del drama zombie
The Walking Dead. Creada por
Robert Kirkman y
Dave Erickson,
FWD narra los comienzos del brote zombie, vivimos los primeros caóticos
momentos que en la serie madre nos perdimos debido al coma en el que su
protagonista,
Rick Grimes, se encontraba.
Desde el piloto, FWD ha intentado diferenciarse de su predecesora, tanto
en aspectos técnicos como a nivel argumental y gráfico. Como ya
comentaba en la
review del episodio piloto,
los creadores han querido apostar por una temática centrada en el
núcleo familiar y mostrar la epidemia desde un punto de vista mundano,
de cualquier familia trabajadora. En este caso, vemos a dos familias
totalmente desestructuradas con el nexo en común de
Cliff Curtis (Travis Manawa), ex marido de
Liza Ortiz (Elizabeth Rodríguez) y actual novio de
Madison Clark (Kim
Dickens). Irónicamente, la premisa de la serie es que el apocalipsis de
los caminantes será aquello que una a esta familia.
Pues bien, durante cinco capítulos hemos sido testigos del paulatino y
trepidante viaje hacia la autodestrucción del orden de la vida humana,
hemos visto la evolución a través de varias fases psicológicas;
sorpresa, incredulidad, negación...y aceptación. Personalmente opino que
la evolución no siempre ha sido coherente y ajustada a la realidad,
pero esto es ciencia ficción y es lo que tiene. La metamorfosis moral
que han sufrido los personajes a lo largo de "días"/capítulos ha sido,
en algunos casos, demasiado drástica. He de admitir que no ha sido así
en todos los casos y el personaje de
Daniel Salazar (Rubén
Blades), es un buen ejemplo. Sin escrúpulos, este ex-torturador/ahora
ex-barbero no ha mostrado indecisión alguna ante la necesidad de hacer
lo necesario para sobrevivir. Son precisamente los protagonistas,
Madison y Travis, los que no me convencen. Travis no hace ni dos
capítulos que se mostraba incapaz de disparar a un zombie, después de
todo lo que había presenciado, y ahora aprueba que se torture a una
persona viva. Madison, sin embargo, sí parece haberse adaptado mejor a
las nuevas circunstancias, pero aun así, no consigo creerme su personaje
del todo. Lo único claro y coherente es que sólo mira por su familia.
Si leemos un poco entre líneas, el título del episodio bien puede hacer
referencia a las consecuencias de ser un hombre bueno en un mundo como
éste. La eterna dicotomía entre ser bueno y pagar las consecuencias o
tener la determinación necesaria para causar un mal a otros y así
prevenir un daño a tus seres queridos. Travis se ve en esta encrucijada y
decide liberar a
Andrew Adams, el soldado torturado por el patriarca Salazar y más tarde, lamentará su decisión. Pero vayamos por partes.
Cuando hago referencia a la doble moral de los protagonistas, me refiero
a permitir que se liberen 2000 zombies con la excusa de crear
distracción, cuando saben que eso causará la muerte y destrucción de la
base militar y todos sus integrantes. Sí, quieren liberar a sus seres
queridos, pero, ¿deben morir por ello tantas personas inocentes? ¿desde
cuándo han dado ese salto radical como para no importarles? como decía
líneas arriba, Travis fue incapaz de derribar a un sólo zombie y ahora
lanza a una horda hambrienta de ellos contra seres vivos, Sencillamente,
no le veo el sentido.
Si intentamos encontrarle el dicho sentido, la única explicación es que al descubrir el significado de
cobalto,
presupongan que los militares van a matar a todos los pacientes y a
huir. Aun así, Liza fue voluntariamente, y nadie pensó en contactar con
ella para saber la situación desde dentro. Otro detalle que no comprendo
es el de dejar su barrio residencial porque no están seguros, enfocar a
sus vecinos -a los cuales ignoran- y dejar la verja abierta para que
puedan entrar caminantes. Sencillamente genial. Supongo que no existe
mucho amor vecinal por lo que veo.
Otra de las numerables incoherencias del episodio sería la forma de
actuar del soldado Andy. Cierto es que ha sido torturado y que quiere
venganza, pero ¿tanta como para meterse en la base rodeada de zombies y
esperar a que aparezca su torturador para matarlo? y peor aún ¿decidir
disparar en el último momento a la mujer que supuestamente te gusta?
¿por qué? ¿para herir a su padre? -mi no-entender-. Todo para justificar
la
conversión de Travis al lado oscuro. La ley de murphy
haciendo de las suyas en el mundo creado por Kirkman para dejar claro
que liberando a rehenes, no te va a ir muy bien. Travis acabará
sintiéndose culpable por la herida causada a
Ofelia y como
penitencia, decide dar una paliza a Andy. Casi me recuerda a los cómics
de The Walking Dead, particularmente la escena en la que Rick agrede al
Andrew en la prisión. De nuevo, me sorprende la capacidad que tienen de
dar una vuelta de tuerca a estos personajes
éticos y decidir
transformarlos en humanos sin respeto alguno por los demás que no sean
sus seres queridos. Vale que es el fin del mundo, pero acaba de empezar.
La verdad es que en la segunda temporada o la tercera de The Walking
Dead había personas más empáticas que en este pequeño grupo.
En fin...no todo es oro lo que reluce y tampoco son todos los factores
de esta serie negativos, para nada. El capítulo abre con unos planos
aéreos nocturnos de la ciudad de L.A magníficos y cierra los últimos
minutos con más planos aéreos, esta vez diurnos y con una cámara que se
desplaza hacia el océano, enfocando sutilmente a
Abigail, el barco que
Strand pretende
utilizar para alejarse de la pesadilla zombie. El detalle técnico de la
serie está bien ejecutado y los planos utilizados, como el travelling
cuando conducen en coche por el canal hacia la casa de Strand o la
sucesión rápida de planos cortos cuando están siendo atacados por
caminantes, representan un buen ejemplo de por qué esta serie está bien
hecha.
Hablemos de
Victor Strand (Colman Domingo), un personaje introducido de manera breve y puntual en la historia de
Nick Clark (Frank Dillane) como compañero de celda. Es un hombre pragmático, misterioso y con un agudo ingenio; un
gambler que
cuando ve una oportunidad no la desaprovecha. Es un superviviente nato.
Lo demuestra con creces cuando avanza sigilosamente hacia el cuerpo del
sargento
Melvin James, que está siendo devorado por un
caminante. Strand, aparte de buen negociador, debe de tener una
habilidad de sigilo sobrehumana, o el caminante mucha hambre como para
escuchar nada. En fin, ambos personajes, Nick y Strand, han desarrollado
una química más que palpable a lo largo de los últimos episodios y se
postula como un poderoso dúo en pantalla. No sé por qué, pero hay algo
en su química que me recuerda a una de las parejas televisivas más
seguidas en los últimos años,
Tyrion Lannister y Bronn de la
serie de HBO, Juego de Tronos. Las comparaciones son odiosas, lo sé, y
es demasiado temprano para comparar aún, pero nunca se sabe...
Algo que es digno de alabar por parte del director,
Stefan Schwartz,
es la capacidad de transmitir tensión y adrenalina visual. Un director
que ya trabajó en la tercera temporada de The Walking Dead,
concretamente en el episodio
Prey/Presa, una obra maestra de la televisión en la que veíamos el intento de
Andrea por llegar a la cárcel, siendo perseguida por el
Gobernador y finalmente atrapada ante la visión de un despistado
Rick vigilante.
Este director ha demostrado en ambos episodios la tremenda habilidad
que posee para hacer llegar al espectador la insufrible sensación que
todos conocemos y a la que muchos están enganchados, de ser perseguido.
Segundos eternos que a medida que avanzan nos hacen suspirar, gritar y
encogernos, temiendo por la vida de los personajes. Destaco la escena en
la que Nick y Strand están a punto de ser devorados y Liza no consigue
abrir el dispositivo de cierre. También la escena que sigue, en la que
todos huyen en dirección al sótano y son atacados por varios caminantes.
Y es que quizás soy demasiado subjetivo, pero adoro el personaje de
Nick. En toda su locura personal, creo que es el mejor personaje a nivel
de capas, profundidad y coherencia. Me creo sus reacciones, así de
simple. Está tan bien actuado que consigue mi empatía como espectador,
característica que considero esencial para involucrarte en una historia.
A rasgos generales, Fear the Walking Dead me ha parecido lenta, con
falta de profundidad y de coherencia. No soy fan aférrimo de hordas de
zombies ni exijo treinta vísceras cada 5 minutos, pero aquí me ha
faltado precisamente eso. ¿Dónde están los millones de habitantes de
L.A? una serie de incógnitas, como qué ha sido de la doctora
Exner o
hacia dónde se ha retirado la Guardia Nacional, que tendremos que
esperar un año para descubrir. Una lentitud narrativa que contrasta con
la rapidez a la hora de descubrir que todos están infectados, que todos
los que mueren, regresan como caminantes y sin importar la forma en la
que mueres. La mayor bomba con la que cuenta esta historia y con la que
The Walking Dead jugó de manera soberbia. Creo que FWD partía con un
gran handicap por superar y que ha intentado desbancarse, cambiando
totalmente el tono de la serie, lo máximo para dejar claro que se trata
de otra historia, pero dejando presentes los suficientes detalles para
recordar que pertenecen al mismo universo.
Quedaron atrás muchas incógnitas por responder. ¿Quiénes eran los que
enviaban señales de luz y por qué se encargó la Guardia Nacional de
eliminarlos? ¿De dónde vienen las ordenes que recibe la Guardia? ¿Qué ha
sido de Andy? ¿Y de Exner? ¿Habrá sobrevivido
Tobías, el nerd y
alumno al que Madison confiscó el cuchillo? No sé vosotros, pero yo
visualizo al pequeño freak -en el buen sentido de la palabra- escondido y
preparado en un búnker de los que el típico americano loco construye,
con reservas de comida y temporadas completas de zombie-drama. Hay que
estar preparado.
Y ahora, ¿qué podemos esperar de la segunda temporada? personalmente
vaticino un pequeño salto temporal y un mayor ajuste a las nuevas
exigencias de este cruento mundo en el que viven. Seguramente veremos a
un Travis mortificado por la muerte de Liza, a Madison manteniéndose
fuerte y a Nick desintoxicándose del todo. También estoy seguro de que
muchos esperáis que Nick se cambie de ropa y se peina esas rastas que
lleva, lo leo en los comentarios pero me voy a posicionar y declarar fan
del look vagabundo/abuelo del mayor de los Clark. Tampoco hay que
olvidarse de Christopher y su duelo por la ausencia de su madre, a
Alicia como su apoyo emocional y a los Salazar...aportando no sé muy
bien el qué. Y por último, a Strand, la sorpresa de la temporada. Quién
sabe, quizás incluso haya alguien ya a bordo de Abigail.
No debemos olvidarnos de los webisodios de Fear the Walking Dead, que
como ya hiciera la serie original en su día, nos mostraran un breve
destello de otra historia con otros personajes como protagonistas. Como
dato curioso, añadir que el avión de dichos webisodios ya ha sido visto
por Nick y sobrevolando el barrio donde se ubica la residencia Clark. Un
detalle en el que me he fijado es que durante el primer webisodio vemos
que el avión despega de noche y cuando Nick ve el avión es de día.
Además, se ha confirmado desde AMC que un personaje de los webisodios
formará parte de la segunda temporada de Fear the Walking Dead,
Interesante, ¿no? me hace preguntarme qué habrá sido de los personajes
que sobrevivieron en los webisodios anteriores de The Walking Dead
dirigidos por
Greg Nicotero.
Como despedida, me gustaría decir, como amante de la música que soy, que
el departamento musical, tanto de The Walking Dead con las
composiciones de
Bear McCreary y las canciones elegidas en cada
capítulo, como el de Fear the Walking Dead, son parte de la mejor
ambientación televisiva de los últimos años. En este episodio hemos
tenido tres temas que han marcado el compás del episodio; Kettering de
The Antlers, It Comes Back to Haunt Us de Timbre Timbre y World Undone
de Calexico. En este aspecto no tengo más que buenos calificativos para
el equipo de AMC, que sin duda se desvive por entregarnos minutos de
calidad que nos hacen deleitarnos con drama zombie. Y de paso,
embolsarse millones de dolares gracias a nuestra fidelidad.
Me despido de vosotros y os deseo una corta espera -1 semana- hasta el comienzo de la
nueva temporada de The Walking Dead,
que regresa y promete más acción que nunca y es la razón por la que
personas como Maya Palmer y luego Gafas o Hotarubi 86 crearon y
gestionan un espacio web como este.
Hasta pronto.
"The only way to survive a mad world is to embrace the madness" Strand.