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viernes, 21 de marzo de 2014

Review 4x14: "The Grove" (La arboleda)




Una semana más ha pasado, y a falta de dos capítulos para el cierre de temporada, el episodio número catorce, se presenta como un punto de inflexión ante un mundo cambiado apocalíptico, donde poco a poco, se va perdiendo aún más la moralidad y la humanidad. Intentaré hacer una review amena, que espero sea de vuestro agrado. (¡A ver qué sale, que el cúmulo de sentimientos es intenso!)
El episodio 14, ‘The Grove’ (La Arboleda) es un episodio centrado en el curioso grupo que forman Tyreese, Carol y las niñas. Comenzamos con ‘Maybe’ de ‘The Ink Spots’ y la imagen de una joven jugando con lo que aparenta ser un caminante, y el chirriante sonido de una tetera hirviendo. Parece que en este capítulo, todo está a punto de explotar.

Carol mantiene una charla materno-filial sobre las personas vivas que Lizzie mató en la cárcel para proteger a Tyreese. Nos presentan en panorama, a una Lizzie abatida pero confundida, frente a la cual Carol afirma que hizo lo correcto. La carismática mujer finalmente habla de su hija con soltura, y recordamos a Sophia. Quizás en esta escena le vemos aún algo de la dulzura de Lizzie, como niña asustada y dubitativa ante el mundo que les rodea.

La escena siguiente, en la que Carol cura a Tyreese, nos permite vislumbrar la diversa personalidad que tienen las hermanas, pues mientras que Mika no tiene un ápice de maldad, Lizzie aún está confundida respecto a los caminantes, y piensa que son sus amigos. Podemos incluso ver una escena hasta ‘familiar’ cuando caminan por las vías de tren hablando del libro de Tom Sawyer. ¿No os han parecido una bonita familia en ese momento?

El grupo se divide para buscar provisiones y asistimos a un ligero brote psicótico por parte de Lizzie al impedirle a Tyreese que este mate a un caminante que se atora en las vías. La otra cara de la moneda, muestra a Mika hablando con Carol sobre su incapacidad de matar personas. Entre sonrisa y sonrisa, nos deja claro que ella siempre preferirá correr, y que siente lástima por las personas que se matan entre ellos. Esta escena llega a ser emotiva por la magia interpretativa de Kyla Kennedy, que hace suya la escena con su desdén soñador. Y en ese momento, encuentran una apetecible casa.

El siguiente detalle me parece muy interesante. Una fina continuidad al ver el humo de un incendio, del que podemos intuir es de la casa que Daryl y Beth quemaron. Tan cerca, pero a la vez tan lejos. Los mayores del grupo se deciden a inspeccionar la casa, dejando solas a las niñas, cuidando de Judith y haciendo guardia. Una escena macabra y escabrosa, al ver una tumba con los zapatitos de un bebé sobre la cruz, alerta a Mika al ver que su hermana sigue pensando que ve a los caminantes como personas. Esos pensamientos parecen ser oídos, hasta que aparece un zombi que ataca a las niñas, y al que Mika consigue acertar tras varios intentos, dejándola en shock. Lizzie pierde los nervios, ¿por qué? Quizás porque estuvo a punto de morir… ¿No? A saber, pero decide no soltar prenda. Mika la consuela: “Lizzie, mira las flores”.

Tras unas conversaciones pastelosas y cálidas, vemos una escena similar a la del capítulo de entrada. ¡Oh vaya! Parece más real aún cuando vemos a Carol salir a salvar a Lizzie, de lo que realmente era un caminante. Brighton Sharbino hace un excelentísimo papel en esta escena, estallando como una psicótica que cree estar haciendo las cosas bien, y que ve a los caminantes como sus amigos. Finalmente, acaba en lágrimas. (Esta escena me ha parecido de una sutiliza y una interpretación magníficas y finísimas por parte de Brighton).

En las siguientes escenas apreciamos más detalles, y vemos como Mika no es capaz de matar a un ciervo, que Tyreese confía plenamente en Carol (Vamos, que no se cosca de ná’), y una escena en la que vemos a Mika siguiendo a Lizzie hasta las vías del tren, y al fin, resolvemos un misterio. ¿Quién era la persona que alimentaba a los caminantes en la prisión? Lizzie, que le da de comer al caminante que habían dejado en las vías. Tras un tenso momento en el que piensa dejar que la muerda, para mostrar su postura, se ven obligadas a huir, ante la ingente cantidad de caminantes que aparecen (detallismo infinito con los caminantes quemados) saliendo del bosque. Entrando por la valla de la casa, Mika se queda atrapada, pero Lizzie la ayuda, y todos disparan a una a los caminantes. Las caras de resignación de Lizzie cada vez que acierta en una cabeza son desgarradoras. Ya dentro de la casa, Carol está satisfecha con Lizzie por haberse dado cuenta de lo que son en realidad. (¡Ja! Diría yo).

A la mañana siguiente, Tyreese y Carol caminan por el bosque manteniendo una conversación sobre Karen, en la que se ve la ligera tensión en la cara de Carol, la cual deja escapar unas lágrimas. Tras un pésimo chiste, “Lo que nos enseñan los ciervos es que cuantas más hembras tiene uno, más le crecen los cuernos”, llegan a la granja, y ven a una radiante Lizzie con el cuerpo de su hermana ensangrentada a su lado. Nos tememos lo inevitable. Su hermana la ha asesinado para verla volver, y Judith gatea sobre una manta incómoda. No me canso de elogiar a la joven actriz, que ahora vemos con una renovada sonrisa, para nada parecida al brote psicótico escenas más atrás, y ahora parece feliz, despreocupada y segura de lo que ha hecho. Su educación es magnífica, y Carol promete falsamente no hacerle nada a Mika, por lo que Lizzie le da la pistola con que los apuntaba, y se va al interior de la casa. El llanto emotivo de Carol nos rompe los corazones, al ver que la dulce Mika se ha ido para no volver. ¡Gracias por iluminarnos con tu calidez!

-        Parece que los productores, escritores y demás quieren ganarnos a los fieles lectores del cómic con esta escena, que creo muchos conocerán y recordarán, puesta en la tesitura de otros dos personajes. Lo elogio, porque dentro de lo que cabe, ha sido una reproducción buena y fiel. ¡Bravo!

La siguiente escena nos deja ver cuál podría ser el destino final de Lizzie. Ella no puede estar con las personas, y Carol está dispuesta a actuar, rota de tristeza. (Tyreese, cabezota, no ha sido Lizzie la que mató a tu queridísima Karen, espera un poco).

Asistimos a ver una de las escenas más emotivas para mí, esta temporada. Una escena en la que vemos a Carol actuando con decisión, y a una destrozada Lizzie que pide perdón una y otra vez por lo que ha hecho. Aunque le tenía un poco de manía a Lizzie ya, soy incapaz de estar así, y me emociono al ver a la niña pedir perdón una y otra vez. A veces, la mentalidad, no es lo que parece. Emotivo final que nos reconcilia con la niña, a la cual Carol dispara, no sin antes recordar a Mika: “Lizzie, mira las flores. Tú solo mira las flores”

Quizás fuera algo psicópata, pero su final ha sido, simplemente divino y emotivo. Un punto para los productores. 
La escena final es Carol entregándole el arma a Tyreese confiándole que fue ella quien mató a Karen y la acaba perdonando, aunque promete no olvidar lo que hizo. Nuestro rudo maestro del martillo ordena sus adversos sentimientos, pero la acaba perdonando, y a la mañana siguiente se van de la casa, oyendo la voz en off de Lizzie: “No tengo miedo a matar, tengo miedo sin más”. Carol responde: “Lucha contra él. Llegará un día en que cambiarás. Todos cambiamos”. Lapidarias frases, pero reales, que resumen a la perfección un capítulo plagado de sentimientos a flor de piel, y emociones encontradas, en las que más de uno hemos o maldecido o llorado.

Un detalle que quisiera destacar, y que pone de manifiesto las abismales diferencias entre las personas, es como un mero nombre como ‘Grizelda’ fue usado por Mika para su muñeca de trapo, y por Lizzie, para un caminante.“El cerebro es un mundo inexplorado. Pero la mente, es un mundo inexpugnable”.

Bajo mi opinión, ha sido uno de los capítulos que más me ha gustado de esta sombría segunda parte de la cuarta temporada. Cuando creía que The Walking Dead había caído en un pozo insalvable, parece que se vislumbra algo de luz al final del túnel (¿no hablaba de pozos?) y que espero que aprovechen para terminar la temporada con dos capítulos sensacionales, limpios y que nos dejen sin respiración hasta la quinta temporada.


Espero que haya sido de vuestro agrado, siento la extensión, y me disculpo si a alguien no le ha gustado, he hecho lo que he podido… pero es que después de la llorera de este capítulo… como que la piel de gallina se me va a quedar lo que queda de semana.

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