Una semana más ha pasado, y a falta de dos capítulos para el cierre de temporada, el episodio número catorce, se presenta como un punto de inflexión ante un mundo cambiado apocalíptico, donde poco a poco, se va perdiendo aún más la moralidad y la humanidad. Intentaré hacer una review amena, que espero sea de vuestro agrado. (¡A ver qué sale, que el cúmulo de sentimientos es intenso!)
El
episodio 14, ‘The Grove’ (La Arboleda) es un episodio centrado en el curioso
grupo que forman Tyreese, Carol y las niñas. Comenzamos con ‘Maybe’ de ‘The Ink
Spots’ y la imagen de una joven jugando con lo que aparenta ser un caminante, y
el chirriante sonido de una tetera hirviendo. Parece que en este capítulo, todo
está a punto de explotar.
Carol
mantiene una charla materno-filial sobre las personas vivas que Lizzie mató en
la cárcel para proteger a Tyreese. Nos presentan en panorama, a una Lizzie
abatida pero confundida, frente a la cual Carol afirma que hizo lo correcto. La
carismática mujer finalmente habla de su hija con soltura, y recordamos a Sophia.
Quizás en esta escena le vemos aún algo de la dulzura de Lizzie, como niña asustada
y dubitativa ante el mundo que les rodea.
La
escena siguiente, en la que Carol cura a Tyreese, nos permite vislumbrar la
diversa personalidad que tienen las hermanas, pues mientras que Mika no tiene
un ápice de maldad, Lizzie aún está confundida respecto a los caminantes, y
piensa que son sus amigos. Podemos incluso ver una escena hasta ‘familiar’
cuando caminan por las vías de tren hablando del libro de Tom Sawyer. ¿No os
han parecido una bonita familia en ese momento?
El
grupo se divide para buscar provisiones y asistimos a un ligero brote psicótico
por parte de Lizzie al impedirle a Tyreese que este mate a un caminante que se atora en
las vías. La otra cara de la moneda, muestra a Mika hablando con Carol
sobre su incapacidad de matar personas. Entre sonrisa y sonrisa, nos deja claro
que ella siempre preferirá correr, y que siente lástima por las personas que se
matan entre ellos. Esta escena llega a ser emotiva por la magia interpretativa
de Kyla Kennedy, que hace suya la escena con su desdén soñador. Y en ese
momento, encuentran una apetecible casa.
El
siguiente detalle me parece muy interesante. Una fina continuidad al ver
el humo
de un incendio, del que podemos intuir es de la casa que Daryl y Beth
quemaron.
Tan cerca, pero a la vez tan lejos. Los mayores del grupo se deciden a
inspeccionar la casa, dejando solas a las niñas, cuidando de Judith y
haciendo
guardia. Una escena macabra y escabrosa, al ver una tumba con los
zapatitos de
un bebé sobre la cruz, alerta a Mika al ver que su hermana sigue
pensando que ve a los caminantes como personas. Esos pensamientos
parecen ser oídos, hasta que
aparece un zombi que ataca a las niñas, y al que Mika consigue acertar
tras
varios intentos, dejándola en shock. Lizzie pierde los nervios, ¿por
qué?
Quizás porque estuvo a punto de morir… ¿No? A saber, pero decide no
soltar
prenda. Mika la consuela: “Lizzie, mira las flores”.
Tras
unas conversaciones pastelosas y cálidas, vemos una escena similar a la del
capítulo de entrada. ¡Oh vaya! Parece más real aún cuando vemos a Carol salir a
salvar a Lizzie, de lo que realmente era un caminante. Brighton Sharbino hace
un excelentísimo papel en esta escena, estallando como una psicótica que cree
estar haciendo las cosas bien, y que ve a los caminantes como sus amigos.
Finalmente, acaba en lágrimas. (Esta escena me ha parecido de una sutiliza y
una interpretación magníficas y finísimas por parte de Brighton).
En las
siguientes escenas apreciamos más detalles, y vemos como Mika no es capaz de
matar a un ciervo, que Tyreese confía
plenamente en Carol (Vamos, que no se cosca de ná’), y una escena en la que
vemos a Mika siguiendo a Lizzie hasta las vías del tren, y al fin, resolvemos
un misterio. ¿Quién era la persona que alimentaba a los caminantes en la
prisión? Lizzie, que le da de comer al caminante que habían dejado en las vías.
Tras un tenso momento en el que piensa dejar que la muerda, para mostrar su
postura, se ven obligadas a huir, ante la ingente cantidad de caminantes que
aparecen (detallismo infinito con los caminantes quemados) saliendo del bosque.
Entrando por la valla de la casa, Mika se queda atrapada, pero Lizzie la ayuda,
y todos disparan a una a los caminantes. Las caras de resignación de Lizzie
cada vez que acierta en una cabeza son desgarradoras. Ya dentro de la casa,
Carol está satisfecha con Lizzie por haberse dado cuenta de lo que son en
realidad. (¡Ja! Diría yo).
A la
mañana siguiente, Tyreese y Carol caminan por el bosque manteniendo una
conversación sobre Karen, en la que se ve la ligera tensión en la cara de
Carol, la cual deja escapar unas lágrimas. Tras un pésimo chiste, “Lo que nos
enseñan los ciervos es que cuantas más hembras tiene uno, más le crecen los
cuernos”, llegan a la granja, y ven a una radiante Lizzie con el cuerpo de su
hermana ensangrentada a su lado. Nos tememos lo inevitable. Su hermana la ha
asesinado para verla volver, y Judith gatea sobre una manta incómoda. No me
canso de elogiar a la joven actriz, que ahora vemos con una renovada sonrisa,
para nada parecida al brote psicótico escenas más atrás, y ahora parece feliz,
despreocupada y segura de lo que ha hecho. Su educación es magnífica, y Carol promete
falsamente no hacerle nada a Mika, por lo que Lizzie le da la pistola con que
los apuntaba, y se va al interior de la casa. El llanto emotivo de Carol nos rompe los
corazones, al ver que la dulce Mika se ha ido para no volver. ¡Gracias por
iluminarnos con tu calidez!
- Parece que los productores, escritores y demás quieren ganarnos a los
fieles lectores del cómic con esta escena, que creo muchos conocerán y
recordarán, puesta en la tesitura de otros dos personajes. Lo elogio, porque
dentro de lo que cabe, ha sido una reproducción buena y fiel. ¡Bravo!
La
siguiente escena nos deja ver cuál podría ser el destino final de Lizzie. Ella
no puede estar con las personas, y Carol está dispuesta a actuar, rota de
tristeza. (Tyreese, cabezota, no ha sido Lizzie la que mató a tu queridísima
Karen, espera un poco).
Asistimos
a ver una de las escenas más emotivas para mí, esta temporada. Una escena en la
que vemos a Carol actuando con decisión, y a una destrozada Lizzie que pide
perdón una y otra vez por lo que ha hecho. Aunque le tenía un poco de manía a
Lizzie ya, soy incapaz de estar así, y me emociono al ver a la niña pedir
perdón una y otra vez. A veces, la mentalidad, no es lo que parece. Emotivo
final que nos reconcilia con la niña, a la cual Carol dispara, no sin antes
recordar a Mika: “Lizzie, mira las flores. Tú solo mira las flores”.
Quizás
fuera algo psicópata, pero su final ha sido, simplemente divino y emotivo. Un
punto para los productores.
La
escena final es Carol entregándole el arma a Tyreese confiándole que fue
ella
quien mató a Karen y la acaba perdonando, aunque promete no olvidar lo
que hizo. Nuestro rudo maestro del martillo ordena sus adversos
sentimientos, pero la acaba perdonando, y a la mañana siguiente se van
de la
casa, oyendo la voz en off de Lizzie: “No tengo miedo a matar, tengo miedo sin
más”. Carol responde: “Lucha contra él. Llegará un día en que cambiarás. Todos
cambiamos”. Lapidarias frases, pero reales, que resumen a la perfección un
capítulo plagado de sentimientos a flor de piel, y emociones encontradas, en
las que más de uno hemos o maldecido o llorado.
Un
detalle que quisiera destacar, y que pone de manifiesto las abismales
diferencias entre las personas, es como un mero nombre como ‘Grizelda’ fue
usado por Mika para su muñeca de trapo, y por Lizzie, para un caminante.“El
cerebro es un mundo inexplorado. Pero la mente, es un mundo inexpugnable”.
Bajo mi
opinión, ha sido uno de los capítulos que más me ha gustado de esta sombría
segunda parte de la cuarta temporada. Cuando creía que The Walking Dead había
caído en un pozo insalvable, parece que se vislumbra algo de luz al final del
túnel (¿no hablaba de pozos?) y que espero que aprovechen para terminar la
temporada con dos capítulos sensacionales, limpios y que nos dejen sin
respiración hasta la quinta temporada.
Espero que haya sido de vuestro agrado, siento la extensión, y me disculpo si a alguien no le ha gustado, he hecho lo que he podido… pero es que después de la llorera de este capítulo… como que la piel de gallina se me va a quedar lo que queda de semana.
Espero que haya sido de vuestro agrado, siento la extensión, y me disculpo si a alguien no le ha gustado, he hecho lo que he podido… pero es que después de la llorera de este capítulo… como que la piel de gallina se me va a quedar lo que queda de semana.
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