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martes, 3 de diciembre de 2013

Review 4x08: "Too Far Gone"

¡Sí amigos! La espera fue interminable, la llegada fue apaciguadora, y el cierre de mitad de temporada ha sido cardíaco, apoteósico… ¡Brutal! Eso sí, es inevitable sentir este vacío, pues tendremos que esperar hasta el 9 de Febrero para disfrutar de esta serie que se toma unas vacaciones invernales. “Los zombis odian la Navidad”. Pero bueno, como cada semana, vamos a ver qué ha pasado en este capítulo.

Bajo la inmundicia de un hombre decrépito, frío, calculador, maquiavélico, odiado por muchas de nuestras innumerables generaciones, que intenta crear a su grupo de asalto frente a la inexistente maldad de los integrantes de una lejana prisión, hasta antes no conocida, se intercalan imágenes de cómo este despiadado hombre consiguió raptar a Michonne y Hershel. ¡Sí amigos! Es él, Philip Blake. Conocido por otros nombres como Brian, El Gobernador y para los más selectos, ‘El malo-malote’. Y como en todos los cuentos de hadas (y zombies) hay una princesa, Lilly, la nueva y encantadora ‘mujer’ de El Gobernador, es incapaz de unirse a la batalla.
Hershel desde su honradez, y en el inhóspito y sucio apartamento de una caravana intenta convencer a un nervioso Gobernador de que todo puede hacer bien. Juntos, podrán sobrevivir. No necesita sangre. No necesita muerte. Solo necesita escucharlos y asociarse. Hombre (inciso), llegados a este punto donde habíamos visto la locura de Philip en límites insospechados era difícil que dijera que sí, y si así hubiera sucedido, mentiría. Nuestro granjero, lo intentó, ni aún suplicando por sus hijas, o bajo las amenazas de Michonne que juran matar a El Gobernador, este está decidido a recuperar lo que ‘le pertenece’ usando la menor violencia posible. ¡Ja! Ni él se lo cree. 
Rumbo a la prisión, tras elegir un aparcamiento al otro lado de río, en doble fila y orilla de playa para Lilly y Meghan. Allí estarán a salvo. O eso creen ellas (risa maléfica). El Gobernador se despide con dulzura de la que sea 'su nueva hija ficticia'.
Una melosa charla Glenn-Maggie sobre aniversarios y vacaciones en mundo apocalípticos (a nuestro coreano se le ha ido la cabeza un poco esta temporada con la enfermedad) y una discusión Rick-Daryl por la expulsión de Carol del grupo, entremezclada con las pretensiones del policía de salvaguardar al grupo y llevada al extremo por la reiteractividad del cazador de que no ha sido la opción correcta, y que Tyreese debería enterarse.
Nuestros hombres, deseosos de hallar la verdad frente a este hecho, y buscar la opinión de nuestro Tyreese corren en su busca. Cuál es su sorpresa al ver que este les interrumpe y les enseña una rata diseccionada, (mira que decían que The Walking Dead era gore, nunca llegué a imaginarme cuanto; nótese la ironía) alegando que lo hizo el asesino de Karen. ¿Una rata? ¿Os acordáis de aquella imagen de una mano alimentando a los zombies de las vallas con ratas? Seguro que está conectado. De repente… ¡BUUUUUUUUM! Cañonazo que te casco. Todos fuera. Hay visita.
En el exterior está el encantador Gobernador. Con todo su ejército. ¡Oh! ¡Estampada para el recuerdo! Impresionante guiño al cómic. Podríamos pensar, “que se vayan, y listo”. Pero el Gobernador saca el plato fuerte. La carne del asador. El jugo del momento. Muestra a Hershel y a Michonne maniatados. Rick se ve obligado a ir a hablar con su némesis mientras el resto de gente intentan trazar un plan de huida. (Hay tensión).
Y… Y… Y… cae un meteorizo del cielo y fin de la historia. ¡Olé! Tranquilos, era para aliviar tensiones, que se os nota la cara de tensión mientras leéis. Ahora que esbozas una ligera sonrisa en tu rostro, sigamos.
Voy a saltarme la charla Gobernador-Rick en que cada uno, al puro estilo ‘Saber y Ganar’ expone sus argumentos ganadores para quedarse la prisión, mientras los grupos se apuntan ociosos; partamos hacia aquel lujoso apartamento a las orillas de un riachuelo. Nuestra querida Lilly que observa el fantástico panorama y las vistas que Philip le ha dejado. “Los caminantes no pasarán el río”.
Un caminante se acerca con complejo de Jesucristo al río, mientras oímos las reclamaciones de Meghan por pedir ayuda a su madre para desenterrar algo del barro. Lilly, nerviosa, observa como al caminante se lo lleva la corriente, (esto me suena a una canción). Podemos decir: “Ya ha pasado el peligro. Vuelta a la prisión”. Pero… Meghan lee el cartel: “Zona inundada” = a Arenas Movedizas. Una mano surge de entre el fango (irónico que por fin un muerto y enterrado bajo ‘tierra’ se levante) y esta empieza a gritar. Digo yo, ¿por qué tienes a tu hija tan lejos? Que juegue cerca, alma de cántaro. O que se encierre en la caravana, o yo que sé, pero nunca dejarla sola. Lilly no llega, el caminante hinca el diente sobre la niña. Trágico momento, sin duda alguna.
Una nueva charla pacificadora por la vida Rick-Philip. La tensión se intensifica mientras Carl hace apuestas de tiro a la diana en la cabeza de El Gobernador o los niños que están huyendo deciden que son lo suficientemente maduros como para ayudar a defender su hogar, y corren a ayudar dejando la silla de Judith en el suelo. Los primeros caminantes hacen acto de presencia. Y la tensión es incipiente. Se corta con un cuchillo. Nuestra respiración entrecortada se mezcla con el genial discurso de Rick sobre la humanidad y la tímida sonrisa esbozada por Hershel. Cuando todo parece ganado al ver a El Gobernador alejar la katana del cuello de Hershel este dice una lapidaria palabra: “Mentira”. El cuello de Hershel es rebanado con fiereza y comienza un tiroteo. (Recomiendo ver el capítulo 2 veces porque a partir de este punto, te conmociona la muerte, por lo menos a mí y te pierdes infinidad de detalles).
Y comenzó la guerra. ¡Una guerra que llevábamos esperando varias temporadas! La acción que no nos ha brindado esta monótona (en mi opinión) primera parte de la cuarta temporada. Rick se refugia. Michonne escapa. Todos disparan. Y Hershel aún con vida intenta huir con la cabeza semi-decapitada. La valentía del granjero es loable hasta que llega el antagonista y le corta finalmente la cabeza. El reflejo de odio manchado con la sangre de su ‘asesinado’ es despejado por una Lilly triste con el cadáver de su hija a cuestas. (Esta parte me resulta idílica, llega como un ángel). Philip, no has sido capaz de cumplir tu promesa. “Y juro morirme si no la cumplo”. El Gobernador dispara a Meghan en la cabeza.
Tara sufre de impotencia al ver la devastación mientras los de la prisión retroceden y el tanque destruye las vallas. Ahora sí que ya no es un hogar. Palabras intercambiadas entre personajes como susurros agonizantes, un repentino plan de evacuación que Beth debe realizar llevándose a la gente en el bus y un desprevenido Gobernador que es cogido por Rick cuando está avanzando. Esta lucha está cargada de todo lo que debía de tener un episodio apoteósico sin duda. De momento no decepciona. Respira hondo amigo, ¡acabamos de empezar!
Los sucesos, son imposibles de contar sin más. Hay que verlos y vivirlos para ver como Maggie corre a por su amado y se lo lleva al bus, pero le falta su otro ser querido. Beth ha ido a buscar a Judith, y tiene que volver a retroceder. Esta mujer es encanto luchador. Es valentía y es liderazgo. Mientras, ‘Brian’ y Rick se enzarzan en una lucha a mamporrazos limpios de toa' la vida. ¡Puñetazo! ¡Puñetazo! ¡Puñetazo! Agarrón. ¡Cambio de tornas! ¡Puñetazo! ¡Puñetazo! ¡Puñetazo! Espera. Intercalemos escenas de cómo el resto de gente lo está pasando putas (no hay palabra más apropiada) con los hombres de El Gobernador y con los caminantes. Así le damos un toque más, catastrófico. (Esto pensaron los guionistas; aquí se te habrán acabado ya las uñas).
Dicen que cuando todo parece ir mal, aún puede ir peor. Sí, es así. Los guionistas saben a quién deben destacar para ganar audiencia y vemos a Daryl cubriéndose con un caminante y caminando, tira una granada para acabar con unos cuantos hombres (vemos a Tara escondiéndose). El pelo que le ondea al aire, los brazos musculosos y la sensualidad impregnan el ambiente que haría que muchas se desmayaran. Acto seguido vemos a Bob recibiendo un disparo. ¡Se nos ha cortado el rollo! Bueno, sobrevive nuestro alcohólico. Tranquilos. “Vámonos”. Exhalación de júbilo y de esperanza. Y cuando se levantan, el autobús con toda la gente que llevaba en su interior se va, dejando abandonados a Sasha, Bob y Maggie. Estos huyen. ¡Mecachis! Glenn. ¿Has buscado el bien común o te has desmayado en el bus?

Tyreese también corre por su vida, y cuando todo parece perdido, aparecen los niños en modo AssasinAlisha que mira atónica a Lizzie antes de recibir un disparo mortal por parte de la niña. Tyreese sorprendido apremia por irse. Los caminantes están llegando.
matando a un agresor desconocido y a la dulce

Philip está estrangulando a Rick. ¡Y así lo hace! Rick exhala un suspiro mientras muere entre terribles sufrimientos. Espera… Aquí falla algo… Uhm… El Gobernador estrangula a Rick, y cuando este está a punto de morir, aparece Michonne clavándole la espada en el pecho. Y todos en este momento gritamos: “¡JÓDETE GOBERNADOR! MUERTO DE UNA P*** VEZ POR TODAS! YA ERA HORA. C********. PÚDRETE. QUE ES LO ÚNICO PARA LO QUE SIRVES!”. Y nos sentamos con normalidad en nuestros respectivos sillones ante las miradas incrédulas del resto de nuestros familiares jugando a las cartas. (No nos comprenden, ha sido temporada y media de agonía) (¿Soy el único que ha efectuado esta escena en medio de mi casa?). Rick y Michonne parten en busca de Carl.
Una nueva escena de Daryl, sensual como él solo, colando una granada por la boca del tanque, destruyéndolo, y matando finalmente a Mitch. (Que se fastidie, también). Rick corriendo solo (Michonne desaparece inexplicablemente) en busca de Carl, y lo encuentra. Sí. Ahí está el mini-Gobernador. Impecable como él solo matando algún caminante. “- ¿Has visto a Judith? – No.”. Trágicas palabras, y más trágicas al ver unos segundos después la cesta de Judith, ensangrentada y vacía. ¿Dónde está Judith? No… No me lo puedo creer… El plano de los caminantes invadiendo lo que era un hogar es, apabullante. ¿Todo se termina aquí? Carl y Rick deben huir. Todavía viven.
El broche final lo cierra un momento icónico para los ávidos lectores del cómic, y es cuando Lilly aparece por los patios de la prisión hasta donde El Gobernador se retuerce entre sufrimientos, y le dispara con su arma, acabando con el reino de maldad de este pérfido hombre (Si bien no fue exactamente así, ha sido Lilly la final asesina de Philip). Los caminantes se siguen extendiendo por toda la prisión. Rick y Carl son retratados huyendo ya fuera, mientras el sheriff le dice a su hijo: “No mires atrás. Solo sigue andando".
Otra emblemática frase del cómic.

Y termina así este último capítulo de la primera mitad de la cuarta temporada de The Walking Dead. ¿Qué os ha parecido? ¡Coméntalo aquí con nosotros! Yo creo que, aunque de argumento y matices previsibles, ha intentado mejorar algo lo que ha sido esta temporada, cuyo ritmo, no ha sido del todo óptimo.
Anotaciones:

1      • No hay evidencias de la muerte de Tara. Puede seguir viva.
2   • No hay evidencias de la muerte de Lilly. Puede seguir viva.
3   • Aún no se sabe si Judith finalmente ha muerto. ¿Creéis que han dado evidencias suficientes? Igual.
4   Mueren Hershel, El Gobernador, Alisha y muchos otros personajes secundarios. ¿Judith?
5      • Este capítulo, nombrado como un volumen del cómic, tiene muchos guiños hacia el último tomo en el que aparece la prisión.
7      La prisión, finalmente, queda destruida. Final del ciclo del Gobernador.
          •  Hay una separación masiva de los miembros de la prisión.

Definimos estos grupos.
- Carl y Rick.
- Michonne
- Beth y Daryl.
- Bob, Sasha y Maggie.
- Glenn y los del autobús.
- Tyreese, Lizzie, Mica y dos niños más.

Y una anotación a modo de curiosidad que espero os guste... un pequeño detalle que sin duda mejora un poco la nota de este capítulo. Sí amigos, un caminante que llega a la prisión, por lo visto es la mujer que Rick conoce en el primer capítulo, en los bosques. ¿Os disteis cuenta? ¿O no?

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