Si entendemos como Piloto la primera puesta en escena cual vagón escalando lentamente por la vía hasta colocarse en la posición de salida antes de iniciar su adrenalínico viaje por la montaña rusa, podemos decir entonces, que este segundo capítulo se ha marcado un auténtico "Holeshot" donde otros han quedado varados.
Kirkman sabe que sus fans le pueden perdonar un arranque regulero de un nuevo proyecto, que ya es mucho teniendo en cuenta la enorme oferta (y de calidad) que podemos encontrar en estos últimos tiempos en el mundo seriéfilo de la pequeña pantalla, donde cada día es más difícil elegir una serie y "no acertar". Es por eso que el margen de error es tan estrecho y saben que ya no disponen de 5 ó 6 capítulos como antes para echar a andar un argumento. Hace tiempo que las series de 40 min. dejaron de tener temporadas de 24 episodios, y eso se traduce en que hay que poner toda la carne en el asador desde el piloto, o te comes la temporada con papas.
Los que habéis visto la célebre sitcom How I Met Your Mother, sabréis a lo que me refiero si digo que todo ésto que acabo de decir, sería como aplicarle la "Lemmon Law" a las series ;)
Y así como los fans somos capaces de perdonar un Piloto a medias del Spin-Off de uno de los últimos fenómenos televisivos en emisión, hubiera sido imperdonable un segundo capítulo en la misma línea. Por suerte no ha sido así. Y no es que el piloto haya sido por completo desechable, ya que ha habido cosas interesantes, y sobre todo, un descubrimiento en forma de actor como puede ser este Frank Dillane en la piel de Nick Clark (Sí, el joven Lord Voldemort de la saga Harry Potter), que de momento, en lo que llevamos de emisión, se ha comido por completo el protagonismo que en teoría iba a recaer sobre la supuesta estrella del show, un habitual y consagrado actor secundario del cine Hollywoodiense, Cliff Curtis.
Si entramos a analizar este segundo capítulo, podemos decir que el show apuesta definitivamente por narrar la entrada del apocalipsis desde el prisma de una familia desestructurada de Los Ángeles. La idea de "reiniciar" la serie presentaba una oportunidad perfecta para enfocar la tragedia a otros niveles, desde el médico, paramilitar o gubernamental. De momento los acontecimientos sólo pueden ser observados a través de ésta familia, lo que limita un poco la narración del arranque del apocalipsis Z, ya que ninguno de ellos es médico, ni trabaja para órganos secretos del gobierno con información confidencial, ni es investigador en ninguna Universidad avanzada a la que envían cepas del virus para su estudio. Lejos de eso, se trata de una pareja de profesores de instituto, un niño toxicómano y una joven adolescente.
Por lo tanto, después de estos primeros 100 minutos de metraje, podemos llegar a la conclusión (precipitada, no lo niego) de que a Fear The Walking Dead no le interesa explicar cómo se gestó el virus (misión que posiblemente hayan entendido que corresponde abordar a su serie madre, TWD) sino más bien la reacción de la civilización cuando se expandió el virus. Y aquí es donde este segundo capítulo planea de forma excepcional, mostrándonos los diferentes panoramas imaginarios ante una situación así. Llegados a este punto, os propongo un ejercicio imaginativo, ¿Qué rol creéis que adoptaríais llegada una situación similar? Podéis elegir la que más os guste:
- Provocar el caos en las calles. La policía, aparentemente, dispara a la gente a quemarropa, gente desarmada e indefensa, y sin hacerle preguntas. Tú te encuentras en la calle, presencias todo lo ocurrido y te sientes indignado. Crees que los cuerpos de seguridad han perdido los papeles, que se está gestando un golpe de estado y que no eres más que una víctima del sistema. Decides rebelarte, quemar contenedores, apedrear coches y hacer bastante ruido. Si es tu última noche de libertad, al menos que al que dé el golpe de estado le cueste reconstruir todo lo que te de tiempo a destrozar. Eso sí, tú, ni puñetera idea del virus, mucho no vas a durar.
- Refugiarte prudentemente en casa o donde puedas. Has visto las noticias, has escuchado la radio y has tenido acceso a las filtraciones en Internet. Algo pasa y has visto demasiadas películas. Lo mejor es pertrecharte bien y hacer de tu casa un fortín inexpugnable. Confías en que la tragedia sea pasajera y tú puedas permanecer a salvo en tu casa hasta que todo pase y los medios anuncien que la crisis ha terminado. Si la cosa se alarga más de la cuenta, empiezas a hacer una hoja de ruta con los supermercados y tiendas más cercanas. Planeas hacer alguna incursión furtiva por provisiones, pero tienes claro que las cuatro paredes de tu casa son tu única salvación.
- Huir lo más lejos que puedas. También has visto las noticias, has escuchado la radio y has tenido acceso a las filtraciones en Internet. Incluso has visto todavía más películas que el de arriba. Sabes que lo peor es quedarse en el foco de la tragedia y confías en ser más rápido que la propia expansión del virus. Cargas tu vehículo con todas las provisiones que puedes llevar y pones rumbo al sur tan rápido como puedes. Si eliges esta opción, sabes que las primeras horas son cruciales, es fundamental ser rápido y tomar carreteras secundarias, de lo contrario te verás atrapado en un atasco que puede convertirse en tu tumba. Confías en salir de la ciudad, aunque tampoco tienes muy claro donde ir. Probablemente conozcas o tengas familiares o amigos que vivan en un rancho o en medio de la montaña, donde hay poca civilización y menos riesgos. Suerte.
- Hacer tu vida normal. Has oído algo en las noticias, algún compañero te preguntó por la mañana en el trabajo si escuchaste las sirenas y el tiroteo de anoche. Pero qué cojones, vivimos en una sociedad alarmista y sensacionalista, donde todo se exagera y gusta mucho hacer cundir el pánico. Que si el efecto 2.000, Nostradamus, la profecía de los Mayas...Vivimos en una sociedad muy avanzada y con muchos medios tecnológicos a nuestro alcance, cualquier tipo de crisis es capaz de ser resuelta por nuestro Gobierno, que para eso pagamos nuestros impuestos. Además, esta tarde es el cumpleaños de tu hija, que ya cumple 9. y cualquiera te fastidia a ti los planes que ya tenías hechos desde hace semanas. La culpa es de los demás, que ven demasiadas películas.
Estos son los cuatro roles que nos ofrece Fear The Walking Dead, que creo que cubren sobradamente las diferentes actitudes que podemos adoptar frente a una situación así. No obstante siempre hay una que se escapa, una que al mirar por un pequeño orificio, la ves y dices "ese está haciendo algo que no está entre esas cuatro opciones", y sientes escalofríos porque en el fondo, temes que sea la única opción válida. Efectivamente, en este segundo capítulo, por si fuera poco, justo al final nos enseñan una quinta opción:
Rezar todo lo que sepas.